Lorenzo Silva, 1997
El protagonista es un hombre de un cinismo que hace la lectura casi insoportable. La amargura con que enfrenta y describe su vida, se me ha pegado como piche, me va a costar una buena ducha caliente despegármela.
Para él es importante la historia de las Grandes Duquesas Romanov, y como es una de mis obsesiones más absurdas, me intrigó. Lo mismo me pasó con Muñoz-Molina y "El viento de la luna", que me atrajo por tocar la llegada de el Hombre a la Luna, otro de los momentos que guardo en Mi Lugar.
Es un libro inquietante, de los que enganchan. Un personaje potente y una historia que, por cotidiana, resulta brutal. Lo irreversible.
Me gustó leerlo, lo hice rápido, pero me ha dejado desmoralizada y triste. Impresionable que es una.
Le pongo un 8, por amargarme el fin de semana.
